DOS TIPOS DE SUEÑO

DOS TIPOS DE SUEÑO

Firmemente creo que hay dos tipos de sueño, los dos igual de maravillosos.

Primero están aquellos que tienes claro que lo son. Esas mariposas, esas dudas, esas impaciencias y esas noches quedándote dormida imaginándote la ansiada realidad. Es ese tipo de sueño que crees que nunca podrá suceder, o que crees que es tan difícil que será algo lejano. Este sueño puede acabar de dos maneras. Un día cualquiera te levantas y sucede, esa persona se fija en ti, eres capaz de superar esa barrera, aparece algo inesperado que hace que la magia se haga presente en tu vida, y un día que comenzó como cualquier otro, es uno de los días más felices de tu vida… ¡y quieres mantener esa felicidad por siempre! Por el contrario, también suele suceder que esa chispa poco a poco se apague, que crezcas, madures, y veas que ese sueño en realidad no está hecho a tu medida, no es de tu talla, y ya no es parte de ti. Y muchas de estas veces eso es todo un descubrimiento, porque entiendes el poder de la perspectiva. Ayer era algo tan grande y hoy… es aire. Y tú, tú eres fuego.

El segundo tipo de sueño es aquél que no sabías que lo era, o no lo identificabas como tal. Es eso que poco a poco descubres que es algo que necesitas hacer. Que tu vida necesita de eso, y no sabes explicarte bien por qué. Simplemente escalón a escalón sientes que eso, ese objetivo, esa compañía, esa cima por alcanzar, va haciéndose un hueco en tu vida cada vez más y más grande. Y sin darte apenas cuenta, un día cualquiera, sin más, descubres que ése, ese pico que tanto te ha costado subir y que sin embargo ha sido lo más gratificante del mundo, ése, ese era TU GRAN SUEÑO, solo que no lo sabías. Pero desde ese día, desde ahí arriba, te sientes el ser más poderoso del mundo y todo a tu alrededor, todas las piedras en el camino, cobran sentido. Este tipo de sueños son regalos del destino, son nuestro propósito en la vida y generalmente ni siquiera nosotros lo sabemos al recorrer la travesía. Pero todos, absolutamente todos, tenemos uno.


Sean cuales sean, quizá tú tengas tu propia versión de esta historia, perseguir un sueño, tu propósito, es para lo que estamos aquí. Y muchas veces nuestras pesadillas dan paso a los sueños de otros o a los nuestros, pero en alguna otra montaña más lejana de lo que esperábamos. Estés donde estés, sientas mariposas o no, quizá a mitad de la montaña, aquella tan alta. La magia de los sueños te rodea en cada paso del camino y nunca debemos abandonarla porque… al final, la vida es paso a paso y los pasos van levantando polvos mágicos que harán que tus sueños sean tu realidad.

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